Las lesiones del tendón de Aquiles, en su inserción al calcáneo (el hueso del talón), son trastornos frecuentes, asociados con el aumento de la edad, la actividad física y los microtraumatismos repetidos por el sobreuso del tendón en pacientes con factores predisponentes.
Se producen, de forma característica, tras un desencadenante inicial, lesiones en la estructura del propio tendón, inflamaciones en las bursas y formación de calcificaciones.
La mayoría de los estudios disponibles sugieren que los pacientes con tendinopatía insercional deben tratarse de inicio con medidas conservadoras, durante un periodo de 3 a 6 meses. Entre estos tratamientos conservadores se incluyen los programas de ejercicios dirigidos, la terapia con ondas de choque extracorpóreas de alta energía y los distintos tratamientos de fisioterapia respaldados por estudios científicos.
En el caso de los pacientes que no mejoran pese a un tratamiento no invasivo adecuado, existen diversas opciones de tratamiento quirúrgico, individualizadas para cada caso. Como siempre, en Clínica Salto somos firmes defensores de la medicina personalizada, con el objetivo de recomendar, para cada paciente, la mejor opción de tratamiento en su caso.
Los tratamientos quirúrgicos incluyen actuaciones de desbridamiento y resección de bursas inflamadas, de tejido sinovial hipertrófico, de calcificaciones insercionales, del tejido degenerativo intratendinoso, la resección de prominencias de la tuberosidad posterior y la reinserción del tendón de Aquiles.
Existen distintas complicaciones postoperatorias descritas, entre las que destacan los problemas de cicatrización de las heridas.
En un amplio porcentaje de los casos, el tratamiento quirúrgico de la tendinopatía insercional del tendón de Aquiles resuelve con frecuencia el dolor y mejora la funcionalidad.
La rehabilitación completa puede alcanzarse hasta un año después de la intervención, como en muchos de los procedimientos quirúrgicos en el área del tobillo y del pie.
Os presentamos el artículo de revisión sobre el tema que realizó el Dr. Carlos Álvarez y que fue publicado por la revista de la Asociación Española de Artroscopia en el año 2022, un trabajo que ya ha sido consultado por cientos de cirujanos de numerosos países.